Numerosos investigadores estadounidenses han creado una cámara de descompresión que permite capturar especies con el objetivo de ser estudiados sin necesidad de causarles daño, hasta una profundidad de 150 metros. Hasta el momento se utilizaban robots para poder bajar grandes profundidades, pero esto suponía que las especies capturadas murieran casi de forma instantánea, al estar sometidas a un gran estrés.
Algunas de las técnicas que suelen utilizarse para capturar peces son las de hacer uso de una cámara de descompresión, subirlos por etapas (dejarlos horas o días a una profundidad media e ir adaptándolos poco a poco), entre otras.
Sin embargo ninguna de estas técnicas es suficiente, pues las especies siguen sufriendo daños: se les hinchan los ojos, les explota la vejiga natatoria e incluso pueden llegar a producirse embolias.
Avance de tecnologías
Los investigadores artífices de esta cámara pertenecen a la Academia de Ciencias de California y del Acuario de la Bahía de Monterey. El objeto como tal consta de un cilindro transparente en el que se introduce una pequeña cantidad de especies (a la vez) y una burbuja de aire que, al ascender, mantiene la presión del agua y del pez a la vez.
La principal ventaja de este artefacto es que permite descubrir ecosistemas poco explorados y buscar opciones de conservación más efectivas que las actuales.