Cómo se hacen las hélices náuticas

Cómo se hacen las hélices náuticas

Desde que Yamaha adquirió la empresa Precision Propellers Industries, en 2008, han hecho numerosas inversiones y mejoras, sobre todo en el proceso de fabricación. En el siguiente vídeo el gerente explica paso a paso el proceso de fabricación de las hélices que impulsan cualquier barco actual.

Primero se hace un modelo “positivo”, una versión de la hélice hecha con cera. Las expertas manos de las operarias hacen cada hélice de una en una, en un proceso totalmente artesanal y preciso. Cada pieza de cera terminada es inspeccionada concienzudamente, ya que cualquier error en este primer elemento, se reflejará en la pieza metálica definitiva.

Luego, ese modelo de cera le laba brevemente para eliminar cualquier resíduo o aceite y pasa a la siguiente fase. Ahora el molde es cubierto primero con una capa antiadherente y luego por múltiples capas de resistente material cerámico. Un robot se encarga de rociar las piezas varias veces para crear una cubierta. 

cocción de hélices Yamaha en acero inoxidableA continuación, las piezas pasan  a un horno que hará que se derrita la cera, haciendo posible su extracción. Queda un perfecto molde a base de material cerámico, duro y preparado para resistir altas temperaturas. Antes de rellenar el molde, debe calentarse a la temperatura correcta, para prepararlo para la siguiente fase.

El molde es rellenado con acero inoxidable. Los operarios vierten el metal incandescente dentro del recipiente, en una operación de mucho riesgo y que sólo pueden realizar los trabajadores más preparados. En este proceso, tanto las temperaturas del molde y del metal, como la velocidad de vertido son controladas exhaustivamente, porque determinarán la calidad estrutural de la pieza. Un vertido demasiado rápido puede romper el molde, uno lento puede debilitar el material.

pulido de hélices Yamaha en acero inoxidable

Una vez extraída la pieza de acero fuera del molde, se empieza a ver el resultado final: se limpia la superficie y los bordes, se elimina el exceso de metal, se hacen los retoques necesarios y se pulen todas las superficies. 

En cada parte de este proceso, la pieza es sometida una y otra vez a diversas mediciones y controles de calidad. La última fase consiste en una inspección que garantiza que toda hélice Yamaha que sale de fábrica es de la más alta calidad, es decir, perfecta.

Por otro lado, mientras en la planta de producción se transforma la cera en duro acero, los ingenieros de Yamaha siguen trabajando en nuevos diseños y realizan pruebas con las que serán las hélices del futuro.