Descubren una tortuga que brilla en la oscuridad

Descubren una tortuga que brilla en la oscuridad

Una expedición de National Geographic, mientras grababa corales, se topó con una tortuga que les dejó impactados. La tortuga brillaba en la oscuridad cuando recibía luz ultravioleta.

En esta expedición, estaban estudiando corales que se sabía que eran biofluorescentes en las remotas Islas Salomón, cuando de la nada se cruzaron con una tortuga marina de color verde y rojo brillante, como si de un OVNI se tratara. Como dice uno de los buceadores: “la tortuga estaba acompañándonos, le encantaba la luz, se quedó ahí con nosotros, con su impresionante color amarillo neón”. Era una tortuga carey (Eretmochelys imbricata), una especie de tortuga marina que está en peligro de extinción y que habita en zonas tropicales de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico. Además de ser la primera tortuga biofluorescente observada, les llamó la atención también que tenía varios colores.

Un caparazón biofluorescente

Peces biofluorescentes. Wikipedia

La bioluminiscencia es la generación de luz por procesos químicos en organismos vivos, es decir, los propios organismos generan luz. Sin embargo, la biofluorescencia es algo más pasivo, consiste en sustancias y tejidos que, cuando reciben energía en forma de radiaciones electromagnéticas (como la luz ultravioleta), éstos emiten radiación electromagnética en una longitud de onda diferente. Así, en este caso, el caparazón de la tortuga  emite luz fluorescente visible al ojo humano cuando recibe la luz ultra-violeta (UV) de la lámpara que portan los buceadores.

La biofluorescencia se ha encontrado en medusas, corales y peces, incluso en animales terrestres como mariposas y loros. Los científicos creen que podría usarse como mecanismo de comunicación y apareamiento. En el medio marino predominan los azules, por lo que los peces que son capaces de absorber luz y emitirla en otros colores brillantes como verdes, rojos o naranjas podrían ser vistos en un entorno tan oscuro y vasto, aumentando así su probabilidad de apareamiento. Estas proteínas, que reaccionan a la luz, se están usando actualmente en la biomedicina como marcadores: se unen a los genes que se quiere estudiar y de esta forma se pueden ver claramente en las pruebas.

En realidad, los científicos llevan estudiando la biofluorescencia relativamente poco tiempo, empezaron apenas hace unos 10 años, por lo que es de esperar que haya más descubrimientos en los próximos años, sobre todo en el medio acuático, donde la gran mayoría de los seres vivos habitan zonas con muy poca o ninguna luz solar.