Mañana mismo día 23 de septiembre acaba el verano y, como todo buen navegante debería saber, llega el momento de hacer una exhaustiva limpieza de nuestros barcos. Sobre todo, porque es la forma más práctica de conservar la embarcación en las mejores condiciones: atractiva y lista para la puesta a punto futura. Además, la humedad, la sal y la falta de ventilación pueden causar un importante deterioro en la nave. Tanto las embarcaciones que navegan solo en verano como aquellas que lo hacen el resto del año, precisan de una limpieza íntegra interior y exterior periódicamente. Una tarea que podemos realizar nosotros mismos exceptuando algunos materiales que, por requerir técnicas especializadas o por su tamaño (velas, colchonetas, lonas de gran tamaño…), deben ser llevadas a cabo preferentemente por profesionales del sector. Como es el caso de los técnicos especializados en náutica de Varaderos Anaga, donde se realizan trabajos de pintura y reparaciones a cubierto. Así como tratamientos anti-osmosis, pinturas anti-fouling, etc.

¿Qué material necesito para limpiar mi barco?

Una limpieza anual en profundidad ayuda a conservar y mantener el esplendor de cualquier barco. Es por ello que comenzar por lo exteriores es una buena opción y para esta parte de la embarcación necesitaría: manguera de boquilla para regular el caudal, bayeta absorbente, una cepillo mediano y pequeño para los rincones, cepillo de dureza media, trapos secos y cualquier utensilio que se estime necesario. Por otro lado y en referencia a los productos de limpieza, debemos contar con jabón de baldeo (producto altamente concentrado y específico para la limpeiza de embarcaciones), líquido desengrasante y antioxidantes y la capa de acabado conocida como el blanqueador de gel-coat.

Limpieza integral una vez al año

También es aconsejable sacar las herramientas y trastos guardados en la embarcación (gafas de buceo, aletas, cabos de fondeo…), ya que no deben quedar nada sin desalar y así, evitar que se deteriore rápidamente es un futuro o la compra de otros nuevos. Además, con el objetivo de mantener una cierta homogeneidad en el estado de la embarcación, es recomendable trabajar de manera sistemática por áreas. Pues los interiores también son susceptibles de sufrir consecuencias que den lugar a la degradación continuada. Aunque lo cierto es que el trabajo en esta zona es muy sencillo comparado con la limpieza de exterior; siempre y cuando el barco no tenga humedadesen zonas determinadas.

Cuidado general de mi barco

Algunas de las zonas que son imprescindibles limpiar una vez se vaya a guardar la embarcacióndurante los meses más fríos del año son:

Una vez terminada la limpieza intensiva en todas estas áreas podemos estar seguros que nuestra embarcación se mantendrá en las mejores condiciones durante todo el invierno. Busca un hueco en la agenda y dedícate a mimar tu barco antes de guardarlo hasta la próxima temporada estival.

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