Toda embarcación debe tener al mando a un patrón y capitán encargado de planificar los viajes y estar atento a cualquier percance que se pueda ocasionar durante la travesía. Además, la coordinación y el trabajo en equipo son requisitos imprescindibles para que todo funcione bien.
Es importante indicar que para ser un buen líder debes tener al menos competencia y la experiencia deseada para ello, además de generar confianza.
Lecciones de liderazgo
1. Trazar objetivos a corto plazo, teniendo siempre en cuenta la última meta.
2. Dar ejemplo personal con conductas visibles y señales fáciles de recordar y realizar.
3. Ser optimista y generar confianza al resto de tripulantes.
4. Cuidar de uno mismo (y de los demás) para garantizar siempre la seguridad de todos.
5. Reforzar constantemente el mensaje de grupo: “Somos uno, viviremos o moriremos juntos”.
6. Minimizar las diferencias de estatus e insistir en la cortesía y el respeto mutuo.
7. Dominar el conflicto. Manejar el enfado en dosis pequeñas, atraer a los disidentes e impedir luchas de poder innecesarias.
8. Encontrar algo que celebrar y algún motivo con el que reír.
9. Estar dispuesto a asumir riesgos y saber actuar en cada caso.
10. Nunca abandonar ni rendirse. Si nos topamos con algún inconveniente, pensar y razonar para buscar una solución.
Desde Náutica y Deportes queremos dejarte esta frase reflexiva para terminar de entender la importancia del patrón del barco: Superar las crisis manteniendo la mente fría para tomar decisiones es una de las habilidades más valiosas de cualquier líder.