A la hora de salir a navegar son muchos los que aprovechan para realizar actividades acuáticas y descubrir nuevas especies en las profundidades de la zona en la que se encuentran.
En este sentido, existe una enorme variedad de especies marinas consideradas “raras” que habitan en los fondos marinos y que son, para muchos, grandes desconocidos.
Variedad en las profundidades
Desde Náutica y Deportes les queremos mostrar algunas de estas especies que pueden encontrarse en las profundidades de los océanos:
- Pulpo Dumbo: género de moluscos que se encuentra en profundidades oceánicas extremas, no mide más de 20 centímetros, tiene dos aletas en la cabeza y ocho tentáculos. Se alimenta a base de caracoles, gusanos o crustáceos, entre otros.
- Tiburón anguila: perteneciente a la familia Chlamydoselachidae, se trata de una especie prehistórica de tiburón caracterizada por su cuerpo en forma de anguila. Suele encontrarse en profundidades de hasta 1.500 metros y sus presas son desde cefalópodos hasta peces o tiburones pequeños.
- Cerdo marino: este equinodermo pertenece a una de las familias de tiburones más raras y se alimenta de cualquier animal marino que encuentre a su paso. Posee una piel áspera y gruesa recubierta de púas con aspecto de globo hinchado.
- Cangrejo Yeti: de tamaño grande y con un color blanco-amarillento, se caracteriza por ser ciego y vivir en profundidades extremas. Sus largas y peludas patas integran bacterias que dicen desintoxicar los minerales peligrosos del ambiente que le rodea.
- Calamar vampiro: mide entre 15 y 30 centímetros, es de colores rojo pálido y negro y comvive en soledad en las profundidades. Utiliza unos pequeños filamentos para capturar restos orgánicos en descomposición, plancton o restos de crustáceos como base de su alimentación.
Respeto a su hábitat natural
En este punto cabe destacar una de las cosas más importantes: la conservación de los océanos y el respeto al medio ambiente. Para ello, hay que llevar a cabo una serie de recomendaciones tales como: no tirar residuos al mar, dejar las zonas de playas recogidas y sin basura o respetar la normativa por el futuro de los océanos, entre otras.
Asimismo, otras acciones recomendables son las de fomentar la recuperación de la biodiversidad marina o prestar apoyo a las organizaciones encargadas de preservar los océanos y la conservación de los hábitat de los animales marinos.