La belleza perenne de sus fondos marinos, la claridad cristalina de sus aguas y su temperatura estable (19º- 25º) hace que el buceo sea una de las actividades más atractivas en las Islas Canarias. Numerosos son los aficionados a este deporte o a la propia navegación que disfrutan de nuestro archipiélago, así como profesionales de la fotografía submarina centrados en captar las mejores imágenes de ese encanto bajo el mar y de los ecosistemas que lo habitan.
El temido Erizo Diadema
Sin embargo, lo cierto es que desde hace algunos años, la riqueza marina a la que hacemos alusión se encuentra en una situación de gravedad. Ya que la mayor parte de nuestras islas (excepto El Hierro y La Palma) han sufrido una considerable plaga del Erizo Diadema, también conocido como Erizo de Lima o erizo de púas largas. Se trata de un equinodermo marino que suele habitar en zonas rocosas: cuevas y grietas. Son erizos de color negro con púas extremadamente largas y afiladas que pueden medir (incluyendo dichas agujas) entre 30 y 40 centímetros. Su caparazón es esférico, aunque algo aplanado. Por el día parecen ser totalmente inmóviles, pero son bastante activos durante la noche.
El Erizo Diadema (Diadema Antillarum) es una especia exótica que desarrolla una relevante función en su lugar de origen (el mar Caribe) como controlador del crecimiento de la vegetación en fondos marinos. Madeira, Islas Salvajes, Cabo Verde o el Golfo de Guinea son algunos de los lugares naturales de este pequeño animal. No obstante, en Canarias se ha multiplicado hasta tal punto que amenaza, de forma constante, nuestros ecosistemas litorales.
Las secuelas del abuso en Canarias
La reproducción incesante del Erizo de Lima ha sido generada, sobre todo, por los abusos a los que se ha sometido el medio marino en nuestra comunidad. La sobrepesca, teniendo en cuenta también el uso de caladeros, ha propiciado la desaparición de los depredadores naturales de dicho erizo y una clara proliferación en nuestras costas. Peces como el caso del Pejeperro, el cual se alimenta de erizos y crustáceos gracias a los dos dientes caninos que sobresalen de su boca, son demandados por los pescadores canarios. Pero también otras especias como el pez Tamboril, la Vieja o estrellas de mar manifiestan una clara relación entre su ausencia y las elevadas densidades actuales del erizo. Por otro lado, también podemos hacer referencia a ciertas causas de este fenómeno algo secundarias: episodios de calentamiento del agua que favorecen su crecimiento o las afecciones a las comunidades de algas ocasionadas por los vertidos contaminantes.
En este sentido, la consecuencia principal de la preocupante reproducción del Erizo Diadema es la anomalía conocida en Canarias como blanquizal. Es decir, fondos rocosos de color blanco derivado de la acción de raspado (algas devastadas) de dicho erizo marino. Es por ello, que la especie resulta ser una competidora nata de los ejemplares herbívoros autóctonos. Las enormes poblaciones del erizo de púas largas eliminan los organismos que recubren las zonas rocosas, provocando la pérdida de vida marina en determinadas áreas.
En busca de soluciones
En referencia a esta alarmante circunstancia, el Gobierno de Canarias ha desarrollado numerosos proyectos con el propósito de erradicar los Erizos Diadema. El proyecto OGAMP, coordinado por Azores y que cuenta con la participación de Canarias y Madeira, concentra algunos de sus objetivos en diseñar un plan de control para la eliminación de esta desafiante especie en el Archipiélago. También proyectos como “SOStener el mar” (fomentado por la antigua Fundación de CajaCanarias) han creado microáreas en las que se han llevado a cabo un exhaustivo control del Erizo de Lima, permitiendo la aparición de comunidades de algas. Asimismo, Teno Activo (empresa de actividades al aire libre) de Buenavista del Norte, en Tenerife, forma parte de ASMESUB Tenerife, la primera asociación medioambiental subacuática de Canarias. Entre sus funciones más relevantes se encuentra el exterminio del nombrado equinodermo, con un notable éxito de recuperación de flora y fauna marina autóctona.
Aunque los blanquizales hacen que el mar muestre vivos colores claros en la costa, no son otra cosa que zonas muertas, sin vida marina. Gracias a iniciativas como las anteriores podremos seguir disfrutando de nuestros fondos marinos y de las actividades náuticas en Canarias, ya sea el buceo, la pesca o incluso la navegación.
Etiquetas: Canarias, conservación, erizo, marina, medioambiente, pesca