¿Cómo navegar en condiciones de baja visibilidad?

¿Cómo navegar en condiciones de baja visibilidad?

La mala visibilidad es uno de los factores de riesgo más frecuentes durante las travesías. La visibilidad reducida puede provocar accidentes y situaciones de riesgo si no sabemos cómo actuar ante ella. Si quieres saber todo lo que necesitas tener en cuenta para navegar en condiciones de mala visibilidad, continúa leyendo. ¡Te lo contamos!

¿Qué se considera una situación de mala visibilidad?

Una situación de mala visibilidad es aquella en la que no podemos ver con claridad a menos de media milla de distancia o, lo que es lo mismo, a menos de 800 metros. Puede producirse por distintos motivos, aunque los más frecuentes son:

  • Niebla
  • Calima
  • Lluvia
  • Oscuridad
Por otro lado, hablamos de visibilidad media o regular cuando solo podemos ver objetos entre media milla y cinco millas de distancia (de 800 m a 8 kilómetros) pero no más allá. Por último, se considera que la visibilidad es buena si es superior a las 5 millas (8 kilómetros).

¿Cómo navegar en situaciones de visibilidad reducida?

Si somos conscientes de que se van a producir condiciones de mala visibilidad, lo más responsable es evitar la navegación siempre que sea posible. Pero si las condiciones de visibilidad reducida nos sorprenden a bordo, es sumamente importante que todos los tripulantes colaboren para mantener y a reforzar la vigilancia visual constante del entorno. Además, debemos seguir los siguientes pasos para garantizar una navegación segura:

    • Reducir la velocidad. En situaciones de visibilidad reducida es esencial reducir considerablemente la velocidad. Pues, al no ser capaces de distinguir los elementos que nos rodean con suficiente distancia, tenemos que adaptar nuestra velocidad de navegación. Así, en caso de que detectemos un objeto inesperado, tendremos espacio y tiempo suficiente para reaccionar.
    • Prestar atención al radar. Si nuestra embarcación cuenta con radar, debemos estar pendientes a sus lecturas, ya que puede detectar elementos que no seamos capaces de ver.
    • Utilizar las luces de navegación y señales de niebla. Son un elemento fundamental para ser vistos por otras embarcaciones.  Debemos asegurarnos de que estén en buenas condiciones, por lo que es crucial realizar un buen mantenimiento para conseguir que brillen con la máxima intensidad.
  • Emitir las señales sonoras obligatorias. Los barcos de eslora superior a los 12 metros están obligados a emitirlas, excepto los veleros, que son una excepción a la norma. La señal debe ser una pitada larga, que se repita cada dos minutos, cuando estos barcos están navegando. Si están parados, pero no fondeados ni varados, deben emitir dos pitadas largas también cada dos minutos. Los barcos de eslora inferior a 12 metros no tienen obligación de utilizar señales sonoras para advertir de su presencia. Pero, si en cualquier caso desearan hacerlo, deben utilizar una señal acústica diferente a la de las embarcaciones de eslora superior a los 12 m.
  • Estar pendiente de las señales sonoras emitidas por otras embarcaciones. Cuando las escuchemos del través, debemos detener de inmediato nuestra embarcación.
  • Evitar zonas de mucho tráfico. Resulta muy arriesgado navegar por zonas de mucho tráfico cuando las condiciones de visibilidad son malas, por lo que se recomienda evitarlas en estas circunstancias.