El cachalote, amenazado en Canarias

El cachalote, amenazado en Canarias

Aunque su amenaza ha disminuído en un 25%, los cachalotes siguen siendo la especie más castigada en el Archipiélago canario con motivo de la alta actividad humana patente en su hábitat natural.

Algunas de las actividades que perturban su tranquilidad son las interacciones de los pescadores con los cetáceos, que en ocasiones los ahuyentan o agreden, la ingesta de basura y plásticos o el enorme tráfico marítimo, que puede llegar a causar lesiones como cortes y heridas en el animal.

Existe una media de 360.000 ejemplares de cachalotes en todo el mundo, pero es en las Islas Canarias donde se dan las condiciones óptimas para su supervivencia: la estabilidad térmica del mar y la disponibilidad de alimento. 

¿Cómo son y de qué se alimentan?

Es considerado el mayor de los cetáceos odontocetos (que posee dientes) y se caracteriza por tener una cola ancha que le proporciona potencia para poder sumergirse en las profundidades.

Durante sus inmersiones, emite un sonido mediante el cual percibe el entorno que le rodea y localiza a sus presas (calamares, peces, rayas, pulpos e incluso tiburones).

Alta demanda de turismo

Las Islas Canarias es uno de los destinos favoritos de los turistas por la variedad de actividades que se pueden realizar, sobre todo en la costa. La demanda de turismo que contrata servicios de actividades acuáticas que implican el avistamiento de cetáceos cada vez es mayor y más frecuente, lo que indirectamente trastoca el comportamiento y la salud de estos cetáceos, sobre todo a las hembras más jóvenes y a las crías.

De esta especie de cetáceos se puede conseguir lo que se denomina como “espermaceti”, una especie de cera que se extrae del cráneo y que tiene beneficios para la industria cosmética. De hecho, por este y otros motivos, está clasificado como un animal vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

SECAC

La Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (SECAC), trabaja en la conservación de los cachalotes así como su distribución, áreas de alimentación y reproducción, entre otros.

Otra de las funciones de esta ONG es la de concienciar a la población sobre la protección de estos animales que, con el continuo vaivén de pasajeros y mercancías, hacen que se incremente el número de cachalotes encontrados muertos en las playas.

Se financia a través de donaciones, programas de voluntarios y subvenciones, siendo socio fundador de la Sociedad Española de Cetáceos (SEC).